sábado, 11 de abril de 2009

Claves para realizar un buen plan de negocios

LOS EMPRENDEDORES coinciden: todo negocio nace a partir de un sueño. Pero, ¿cómo convertir esa idea en una empresa exitosa? La realidad es que no existe una receta mágica, y cualquier proyecto, por bueno que sea, demandará tiempo, esfuerzo y hasta pasar por algu­nos sinsabores. También es cier­to que, para alcanzar cualquier objetivo en la vida -desde com­prar un automóvil hasta abrir tu propia compañía-, siempre nece­sitarás un plan.
En el caso de un emprendimiento, estamos hablando de un plan de negocios. Se trata de un documento escrito que incluye, básicamente, los objetivos de tu empresa, las estrategias para conseguirlas, la estructura organizacional, el monto de inversión que requieres para financiar tu proyecto y soluciones para resolver problemas futuros, tanto internos como del entorno. Con él estarás mejor preparado para superar los obstáculos por venir, pero sobre todo para aprovechar las oportu­nidades. ¿Una tarea complicada? No. Aunque sí imprescindible si quieres llevar a tu negocio hacia donde te propones.
Raúl Gutiérrez, catedrático de la Universidad Iberoamericana y consultor de Áreas Comerciales de Syracuse Consultores Asociados, define este documento como un plan rector que guía los avances y logros alcanzados, marca un destino y establece de manera integral las actividades que constituyen la operación diaria para que un negocio sea rentable.
Pero un plan de negocios no es exclusivo de empresas que recién empiezan. Algunas compañías también lo utilizan para desarro­llar nuevas líneas de productos o servicios, renegociar con provee­dores o presentar argumentos a posibles inversionistas interesados en inyectar capital al negocio.

Primeros pasos
En 2006, Jorge Alberto Noverón -arquitecto de profesión- terminó su contrato con una compañía telefónica para la que había traba­jado durante varios años y abrió su propia empresa. "Hacer un plan de negocios me sirvió para tener una visión exacta sobre qué camino debía tomar para alcanzar mis objetivos", explica el director general de TRESDE, firma dedica­da a la construcción de proyectos arquitectónicos y la realización de recorridos virtuales.
Para dar este paso, Noverón contó con el apoyo de Jóvenes Empresarios por México (Jemac), una organización sin fines de lucro dirigida a emprendedores de entre 18 y 35 años. Su objetivo es ofrecer asesoría, capacitación, programas de mentores y financiamiento. "Ahí aprendí las bases para elaborar un plan de negocios profesional y, además, conté con el acompañamiento de un men­tor, quien me transmitió su expe­riencia", cuenta el emprendedor.

Manos a la obra
Un plan de negocios puede ser un documento de una página o superar las cien. Todo depende de la naturaleza de la empresa y del objetivo que tenga ese plan. Por ejemplo, si lo vas a utilizar como base para realizar las actividades ¿el día a día, una versión corta y con puntos concisos es la que más te conviene.
La extensión promedio de este documento es de 15 a 20 páginas, sin considerar que puedes incluir tablas de contenido y elementos de formato como portada, índice y anexos. Sin embargo, los planes de negocios tienen varios elemen­tos en común, como proyecciones de flujo de efectivo, una estrategia de mercadotecnia y un análisis del mercado. "Nosotros también incluimos un manual de procedi­mientos para estandarizar nues­tras operaciones diarias, como el servicio y trato al cliente", agrega el director general de TRESDE.

Hay tres ejes principales que integran un plan de negocios y que no puedes ignorar.

1 El concepto del negocio.
En esta parte tienes que definir qué es tu empresa con base en tres puntos principales: misión, visión y ven­taja competitiva. Así, tendrás en claro la razón de ser de tu negocio, hacia quién está dirigida tu oferta, qué necesidad vas a resolver y cuál es el elemento que te diferenciará frente a otras opciones que existen en el mercado.
2 Investigación del mer­cado.
Esto significa hacer un análisis sobre los antecedentes, panorama actual y proyecciones del entorno donde desarrollarás tu negocio. Incluye además las características de tus clientes potenciales, por ejemplo, cuáles son sus gustos, preferencias y expectativas. Y no olvides incorporar información precisa acerca de tus competidores, a fin de generar estrategias para posicionarte en el mercado.

3 La parte financiera.
Aquí debes incluir un registro puntual de los ingresos y flujo de efectivo de tu empresa, así como el balance general y estado de resultados. De esta manera, tendrás datos al día de información clave como a cuánto asciende tu inversión total, gastos, costos, y proyecciones de crecimiento y uti­lidades. Así sabrás con exactitud, por ejemplo, cuándo estarás pre­parado para pedir un crédito. Para facilitar esta tarea, necesitarás el asesoramiento de tu contador o el uso de una herramienta de soft­ware -en principio, una hoja de cálculo puede ser la solución-.